"Muchas veces, los hombres son bastante torpes a la hora de expresarse con su cuerpo: no se atreven ni a sonreir para dar las gracias a quien les ha abierto la puerta ni a dar un beso a su hermano en plena calle, ni a llorar delante de los demàs cuando están tristes, ni a tender los brazos y correr hacia quien les esta esperando.
¿ Será que les da vergüenza abrir las ventanas de su corazón porque tienen miedo de que alguien pueda leer sus secretos?
Tus amigos no podrìan saber nada de tí si lo único que hicieras fuera quedarte delante de ellos sin moverte, sin utilizar tus manos, tus palabras, y tu cuerpo para explicarles lo que sabes, confiarles lo que piensas y compartir con ellos lo que vives.
Si no manifiestas abiertamente lo que con tanto cuidado guardas en tu corazon, te parecerás a un sol que se esconde detrás de las nubes o a una sortija de oro enterrada en el campo , y nadie podra descubrir tu luz"
Seguimos trabajando en el taller con diferentes técnicas. Pero creo que hemos llegado a un nuevo momento. Ahora parece importante movernos en el espacio. Mientras más piruetas tenemos que hacer para conseguir los materiales que queremos utilizar, todo se vuelve más divertido. Estoy pensando cubrir las paredes del taller con grandes pliegos de papel para pintar en ellos y ocupar todo el cuerpo.
Cantar también se ha vuelto una gran herramienta para el trabajo. Mientras cantamos y reímos el trabajo con las manos se hace más fluido, y el uso de los colores más libre. Creo que los cuerpos tienen algo más què decir... Tal vez sea el momento de integrar a algún bailarín a nuestro equipo de facilitadores de experiencias. Yei!!!
Luego les cuento cómo va todo
martes, 22 de marzo de 2011
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